El desenlace del discipulado de Pedro a la luz de Jn 21,15-19
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La evidencia de un desenlace para el discipulado de Pedro en Jn 21, coherente con el cuerpo del relato (Jn 1-20), denota la unidad tanto literaria como teológica del cuarto evangelio (Jn 1-21): la promesa de un futuro seguimiento que había quedado pendiente en Jn 13,36 llega a su cumplimiento en Jn 21,19; pero también, el enigmático sobrenombre que impone Jesús a Simón, hijo de Juan, al inicio del relato (Jn 1,42) solo halla dilucidación en Jn 21,15-17. Sin embargo, al mismo tiempo, dicha evidencia destacará una novedad importante respecto al desarrollo literario anterior: el discípulo amado comunica ahora su ciencia, su conocimiento intuitivo del Señor a Simón Pedro (Jn 21,7.20). Tal modo de actuar carece de paralelo a lo largo del cuerpo del relato evangélico, indicando, desde el plano diacrónico, un nuevo estadio en el camino de reflexión teológica de la comunidad joánica.