Provención, prevención y solución del conflicto humano desde las prácticas restaurativas
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La vida humana está repleta de conflictos. A diario surgen todo tipo de controversias que las personas resuelven por sí mismas. Sin embargo, existen situaciones que son de difícil solución y por eso, se requiere la intervención de terceros, generalmente, se acude a jueces y tribunales. Esta hiperjudicialización de la vida diaria está provocando que algunas soluciones no se adapten a las necesidades reales de las partes y que el conflicto no resuelto se encone y cronifique hasta provocar un escalamiento y agravación del mismo. Cada vez surgen más voces que proponen el recurso a métodos adecuados de resolución de discrepancias en materia civil y mercantil y a la justicia restaurativa en materia penal. Sin embargo, hay una forma de luchar contra la judicialización de nuestra vida y es con la educación. La formación de los menores debe orientarse a la provención y a la prevención de los conflictos, como inversión necesaria para reducir, a futuro, la actual hiperlitigiosidad en España. Una forma efectiva de educar es acudiendo la filosofía restaurativa acuyos ejes centrales son la responsabilización y la reparación para conseguir la paz social.